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¿Contratos de formación profesional o de abuso?

30 enero, 2019 adrilacueva Leave a Comment

Iván Ayala, un joven trabajador, nos explica cómo se aprovechó de él su empresa, en cuanto a horario y sueldo, por haberle hecho un contrato de formación profesional.

Iván Ayala Gómez es un joven corriente de 22 años. Vive en casa de sus padres en la localidad de Alcoy, provincia de Alicante. Finalizó sus estudios secundarios e inició un Grado Medio en Administración y Dirección de Empresas, pero no llegó a terminarlo. Durante el primer trimestre, le llamaron de una empresa de maquinaria textil a la que había enviado su currículo. Este le ofreció un puesto de trabajo con un contrato de formación profesional y él aceptó.

Este es un contrato para la formación y el aprendizaje. Su objetivo es la cualificación profesional de los trabajadores mediante la alternancia de la actividad laboral remunerada en una empresa y la actividad formativa recibida en el sistema de formación profesional para el empleo o en el sistema educativo. Estos contratos solo se les ofrecen a personas de entre 16 y 30 años que carecen de formación profesional, o que poseen una titulación distinta a la ofrecida. Su duración mínima es de 1 año, aunque puede prolongarse hasta 3.

A las empresas les supone muchos beneficios contratar a trabajadores de esta manera. Se ahorran el tener que pagar la Seguridad Social porque el Estado se hace cargo de eso. Además, les otorgan una subvención por contribuir a su formación.

Pero, a menudo, los empresarios no cumplen con las condiciones de este tipo de contratos. Se aprovechan de ellos y de las dificultades que tienen hoy en día los jóvenes para conseguir un trabajo. Como fue el caso de Iván, que estuvo durante 1 año trabajando 2 horas más de las que le correspondían sin ser remuneradas, y es el de muchos otros jóvenes a los que no les queda otra opción que acatar este tipo de abuso. Aunque él, finalmente, consiguió que le hicieran fijo.

Pregunta. Buenas tardes Iván, usted es muy joven y ya 

lleva trabajando tres años en TTP, ¿en algún momento se ha arrepentido de haber abandonado sus estudios para empezar a trabajar?

Respuesta. Buenas tardes. Sí, la verdad es que me habría gustado continuar mis estudios porque trabajar en una fábrica resulta bastante pesado, y el sueldo es inferior al de otros empleos que son más cómodos. Si pudiera volver atrás, no habría abandonado el módulo.

P. ¿Qué le llevó a tomar esa decisión, tal vez la necesidad de dinero o, tan solo el afán de obtener su propio sueldo?

R. Supongo que lo que más influyó fue la inexperiencia y el no tener las ideas claras, ya que era más joven. Hasta que no empiezas a ganar el dinero con tu propio esfuerzo, no entiendes lo que cuesta de conseguir. Aunque también hay algo reconfortante en el hecho de obtener tu propio sueldo. Eres más autosuficiente y puedes comprarte tú mismo las cosas que deseas sin depender de nadie. El saber que he ganado el dinero gracias a mi esfuerzo, me provoca un sentimiento de alegría y superación.

P. Si por fin tomara la decisión de estudiar de nuevo, ¿retomaría los estudios de ADE que no finalizó o tiene pensado iniciar otra titulación distinta?

R. Iniciaría una titulación distinta, ya que lo que realmente me gustaría hacer es presentarme a las oposiciones para ser policía nacional. Es un oficio que siempre me ha llamado la atención y en el que me encantaría poder trabajar.

P. Cuando empezó a trabajar y observó que hacía más horas de las que le correspondían, según su contrato de formación, y cobraba la misma cantidad de dinero, ¿Realizó algún tipo de reclamación o queja o, por el contrario, decidió acatar ese horario por miedo a que le despidieran?

R. Cuando empecé a trabajar, les pregunté a mis compañeros si esta situación era algo normal y me respondieron que todos habían pasado por lo mismo. Y ninguno puso ningún tipo de queja, acatábamos el horario que se nos establecía por miedo a ser despedidos, ya que encontrar trabajo hoy en día resulta un tanto complicado por la mala situación económica.

P. ¿Qué opina sobre estos contratos sin tener en cuenta el abuso que, a veces, se hace de ellos?

R. Desde mi punto de vista, estos contratos están muy bien, ya que ofrecen a los jóvenes la oportunidad de adquirir experiencia y formarse en un oficio. Además, para que las empresas no salgan perjudicadas ni tengan pérdidas de dinero al contratar gente inexperta, el Estado les concede una subvención. Deberíamos intentar poner freno a estos abusos y dar impulso a este tipo de contratos, porque son una buena opción para introducir a los jóvenes en el mundo laboral.

Para que podáis saber más sobre este tipo de contratos, voy a daros una pequeña descripción sobre las condiciones que en realidad deberían cumplirse. Durante el primer año, el trabajador debe trabajar 6 horas y estudiar 2 horas el temario requerido. En el segundo año, aumentan las horas de trabajo a 7 y el sueldo, mientras que las horas de estudio se reducen a 1. Por último, en el tercer año, el estudio queda en segundo plano y el empleado pasa a trabajar 8 horas aumentando de nuevo su sueldo.

Al finalizar el tercer año, la empresa debe decidir si renovar el contrato haciendo fijo al trabajador, o romperlo despidiéndole.

P. Los contratos de formación profesional, además da trabajo práctico, también incluyen enseñanza teórica ¿Qué materiales de aprendizaje pusieron a su disposición para su formación en el ámbito laboral?

R. Cada año nos mandaban un libro que contenía temario relacionado con el ámbito de la metalurgia y cada 4 meses nos realizaban un examen tipo test que debíamos entregarle a la secretaria para que esta lo enviara certificado mediante Correos.

P. ¿Considera que los contenidos teóricos que le ofrecieron fueron los adecuados o carecían de información?

R. Los contenidos teóricos eran adecuados, aunque considero que el temario era demasiado generalizado. Además, en muchas ocasiones, el trabajo que se realiza en una fábrica necesita más conocimientos técnicos específicos que no aparecían explicados en los libros.

P. ¿Qué tareas desempeña en su trabajo?

R. Pues la verdad es que en una fabrica no tienes una única tarea, sino que tienes que ser conocedor de todo lo que envuelve al negocio al que te dedicas. Además, casi todas las etapas de fabricación se realizan de forma manual. Así que poco a poco vas ganando habilidad en más campos. Pero mi trabajo consiste principalmente en hacer repuestos de maquinaria textil y bandas transportadoras: duelas y bandas para aeropuertos, supermercados, cooperativas agrícolas…

P. Aún le queda mucha vida por delante, ¿ha pensado alguna vez en abandonar su trabajo y retomar los estudios?

R. Pues sí, lo he pensado en varias ocasiones. Pero ahora mismo puedo decir que con 22 años tengo una estabilidad, que es algo muy importante, y unos gastos a los que puedo hacer frente tan solo si trabajo. En un futuro no descarto el retomar mis estudios, pero hoy en día no entra en mis planes.

P. ¿Le gustaría mantener su empleo actual el máximo tiempo posible, o aspira a conseguir un nuevo empleo?

R. Me gustaría mantener mi puesto de trabajo el máximo tiempo posible. Sobre todo porque cuanto más trabaje, más años cotizados y más bonificaciones tendré en todo lo relacionado al paro, la jubilación… Pero, si se me presentara la oportunidad de conseguir un empleo más cómodo y mejor remunerado, lo aceptaría sin pensarlo.

P. ¿Considera que el trabajo que desempeña está bien remunerado?

R. Yo considero que no está bien remunerado. Se trata de un trabajo que causa mucho desgaste físico y, en ocasiones mental, por la presión a la que nos someten para tener las piezas listas a tiempo. Además, casi todo se realiza de forma manual, por lo que resulta un trabajo muy pesado. El salario no se corresponde con la cantidad de trabajo y esfuerzo que realizamos.

P. Finalmente nos ha contado que le hicieron fijo, ¿cómo lo logró?

R. Todo comenzó gracias a Pablo, que fue un compañero al que no le pagaron lo que le debían al despedirle. Él quedó muy molesto y decidió denunciar a la empresa.

A las pocas semanas de haber denunciado, acudió un inspector de trabajo que nos hizo una serie de preguntas. Una de ellas fue cuál era nuestro horario, a lo que yo respondí con sinceridad. Le dije que tenía un contrato de formación y que hacía más horas de las que estaban estipuladas en mi horario. El inspector empezó a señalar todos mis datos con un círculo y se dio cuenta de que existían algunas irregularidades.

Unas semanas más tarde, nos enviaron un mensaje a mi y a dos de mis compañeros. En este se nos informaba de que nuestro contrato de formación había sido anulado y sustituido por un contrato indefinido. Además, también multaron a la empresa por los abusos que había realizado a los trabajadores.

P. Entonces, ¿podría decirse que fue todo obra de su sinceridad ante el inspector?

R. En parte sí, jajajaja. Aunque la decisión de Pablo también influyó, porque no todo el mundo tiene el valor de denunciar a su empresa. Normalmente, las personas no reaccionamos ante estos abusos laborales por miedo a ser despedidos, otorgándoles cierta inmunidad a los abusadores.

P. Teniendo en cuenta la mala situación de la economía española actual, ¿se siente usted afortunado de tener un trabajo fijo con tan solo 22 años?

R. Sí, la verdad es que me siento muy afortunado. Casi toda la gente de mi edad que no tiene estudios está intentando buscar trabajo desesperadamente y cada vez les resulta más complicado. Al haber tantas personas en paro, a la hora de seleccionar trabajadores, las empresas son más exigentes. Además, uno de los principales requisitos para ser contratado es tener experiencia, cosa que los jóvenes no poseemos.

P. Basándose en su propia experiencia, ¿qué consejos les daría a los jóvenes con contrato de formación que están sufriendo este tipo de injusticias?

R. Que no permanezcan impasibles ante los abusos sufridos, que denuncien y luchen por sus derechos como trabajadores. Existen instituciones que pueden ayudarles, como es el caso de Comisiones Obreras “CCOO”. Éstas apoyan y dan la cara por todos aquellos empleados que se encuentran en situaciones de injusticia.

P. ¿Y a los que no saben si continuar estudiando o empezar a trabajar?

R. Yo les aconsejo que continúen estudiando, porque cuantos más títulos tengan, más oportunidades tienen de encontrar un buen empleo. Pero por desgracia, debido a la situación económica actual, muchos jóvenes deben comenzar a trabajar a una edad temprana porque sus familias necesitan más ingresos para poder salir adelante. Cada persona es conocedora de su situación y debe actuar de acuerdo a sus necesidades y objetivos.

Todos debemos luchar por poner fin a estos abusos en los contratos de formación. Se trata de una oportunidad para introducir a los jóvenes en el mundo laboral, y no para aprovecharse de ellos. Como Iván nos ha demostrado, los trabajadores debemos defender nuestros derechos; y, así, conseguiremos salir de estas situaciones de injusticia

Filed Under: Entrevist@ndoTagged With: Contratos de formación.

adrilacueva

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