• Sobre Nosotros
  • Contacto
  • Registro
  • Iniciar Sesión

Comunic@ndo

Ciberperiòdic de l'alumnat de Publicitat i RRPP de la Universitat d'Alacant

  • Comunic@ndo
  • Inform@ndo
  • Cine y TV
  • Tecnología y Gaming
  • Arte y moda
  • Música
  • Entrevist@ndo
  • Opin@ndo

Ana Gonzálvez Tarí: “Cuando tienes unos hijos que alimentar y criar la línea entre lo legal y lo ilegal se difumina.”

20 marzo, 2019 adrilacueva Leave a Comment

 

Ana Gonzálvez es una ilicitana que ha trabajado como aparadora durante toda su vida tanto dentro como fuera del taller. No ha dejado que ninguna persona le diga lo que debe o no debe hacer y a sus 69 años no siente más que satisfacción por haber hecho lo que más le gusta.

Pregunta: Lo primero que quería preguntarte es, ¿te gusta tu trabajo?

Respuesta: Que si me gusta, toda mi vida ha girado en torno a esta máquina que tengo delante y no me arrepiento de haberme dedicado a esto toda mi vida. Nadie me ha obligado a hacer lo que hago, lo hago porque me encanta y me siento útil. Mis hijos me dicen que lo deje ya, que tengo que descansar más pero es que sin esto me aburro y siento que no sirvo para nada.

P: Dices que llevas haciendo esto toda la vida, ¿cuándo exactamente empezaste a aparar?

R: Empecé a los 16 o 17 años. Me enseñó una amiga un poco mayor que yo y poco a poco le empecé a coger el gusto. Más adelante empecé a cobrar por aparar en el taller del padre de mi amiga y eso lo hizo todavía mejor.

P: ¿Cuánto cobrabas?

R: Unas 500 pesetas a la semana si no recuerdo mal, lo que serían unos 3€ más o menos.

P: ¿Tus padres te apoyaron en tu nueva pasión?

R: No, la verdad. Eso de trabajar en negro y estar tantas horas haciendo lo mismo les parecía denigrante. Tenían una mente muy cerrada y solo querían que encontrase a un buen marido con mucho dinero y que me dedicase al hogar, sin faenas ni líos o eso decía mi madre.

P: ¿Cómo pudiste compaginar tu labor como aparadora y criar a tus hijos?

R: Ya te digo que con la ayuda de mi ex no. Estuve yo sola para criar a mis hijos y a la vez tenía que aparar sin parar para llegar a fin de mes ya que el hombre con el que estaba casada en ese momento era un vago que no hacía nada bien y encima en casa no ayudaba en nada. Tuve que dejar el taller donde trabajaba y aparar en casa con mi propia máquina para trabajar y atender a mis hijos. Dios sabe lo que les hubiera pasado si les hubiese educado ese estúpido.

P: Probablemente fuese mucho más incómodo trabajar en casa, ¿no?

R: Muchísimo, no solo porque tenía que estar pendiente de los niños sino porque la máquina que pude conseguir para mí en casa era mucho peor que la que me ofrecían en el taller. Además de que cobraba menos y eso implicaba hacer más trabajo. Fue muy duro pero conseguí salir adelante.

P: ¿Nunca te ha preocupado que te pillase alguna autoridad como la policía?

R: Eso siempre pero como no suele pasar no lo tienes muy en cuenta. A mi amiga hace unos años la pillaron pero no es lo normal, aunque es verdad que últimamente he oído que la policía ya no hace tanto la vista gorda como antes. Creo que ellos son conscientes de que muchas solo tenemos esto para ganar dinero o eso me gusta creer a mí. Cuando tienes unos hijos que alimentar y criar la línea entre lo legal y lo ilegal se difumina.

De todas formas con los años que tengo ya no creo que un policía me dijese nada. Sabría que lo hago porque es lo único que sé hacer y que a la vez me entretiene, como muchas otras mujeres de mi edad aquí en Elche.

 

P: ¿Crees que la gente joven se interesa por el trabajo de aparadora?

R: Para nada, la juventud de ahora quiere cobrar mucho y trabajar muy poco y eso en este trabajo es incompatible. Además de que muchas mujeres jóvenes prefieren estudiar cualquier cosa antes que ponerse detrás de una máquina. Ya ves tú, para acabar haciendo trabajos igual de pesados por culpa de la crisis.

P: ¿La crisis afectó a tu trabajo?

R: Sí, se notó mucho. El hombre que me trae el material para aparar de repente paró de venir y fue todo muy extraño. Menos mal que antes de la crisis todo lo que había ganado lo había ahorrado porque la verdad es que muchas amigas y yo lo pasamos muy mal. Es lo malo de este trabajo, un mes trabajas un montón y cobras muy bien y al otro no tienes casi nada que hacer y sin poder comprar ni si quiera lo básico para comer. Normalmente es así de impredecible este trabajo pero en eso años de crisis el parón fue muy brusco la verdad.

P: ¿La incursión de los chinos ha afectado el trabajo de las aparadoras ilicitanas?

R: La verdad es que sí. Ellos son mucho más rápidos y trabajan más horas por menos dinero que nosotras. Por ponerte un ejemplo el hombre les lleva material para hacer 1.000 zapatillas a las 21:00 de la noche y a las 8:00 de la mañana siguiente las tienen listas para que se las lleven. Si uno se cansa lo reemplazan por otro. Según ellos los españoles somos muy vagos y muy quejicas además de que tenemos muchas fiestas y en parte tienen razón si no es por esto es por lo otro pero siempre hay algo que celebrar.

P: ¿Y tiene la misma calidad el producto final de ellos y el vuestro?

R: Al principio no la tenía porque ellos no sabían manejar bien el cuero pero con el tiempo han ido aprendiendo y ahora la verdad es que hay que reconocer que lo hacen muy bien. Estos chinos son muy listos y no pierden para nada el tiempo. Tenemos que aprender mucho de ellos, bueno y ellos de nosotros que todos nos merecemos de vez en cuando un buen descanso.

P: ¿Los aparadores chinos también suelen ser mujeres de mediana o avanzada edad como las españolas?

R: Pues en realidad no. Me sorprendió ver que había de todo, desde jóvenes de 20 o 30 años hasta personas de 60 o 70 años como yo y no solo mujeres, sino también hombres. Aquí en España siempre se ha visto el trabajo de aparadora como algo exclusivo solo de las mujeres y no sé muy bien porqué la verdad.

P: Para terminar quería preguntarte, ¿crees qué es importante de verdad trabajar en lo que más te gusta?

R: ¡Claro que sí! No sabes lo feliz que me hace haberme dedicado a lo que más me gusta y cada día haber aprendido más y más. Además de que si haces lo que más te gusta siempre obtienes una gran recompensa tanto en forma de dinero como en otras formas más importantes como el propio orgullo de hacer algo que se te da bien y nunca hay que dejar que la gente te diga lo que tú debes o no debes de hacer.

 

Para ampliar información sobre este tema podéis visitar este artículo de El Mundo. Trata sobre las distintas opiniones y anécdotas que tienen las aparadoras de la cuidad de Elche.

http://www.elmundo.es/comunidad-valenciana/alicante/2016/11/28/583bf10ce5fdea03758b45dd.html

Filed Under: Cultura, Entrevist@ndo, Sociedad, TradicionesTagged With: Aparadora, Calzado, Elche, Mujer independiente, Trabajo en casa

adrilacueva

Sóc un estudiant de quart de carrera que fa les pràctiques a Comunic@ando

« Estela Matea: “Para mí la marcha es algo que hago día a día”
Una estudiante brillante combina publicidad y danza »
  • Inform@ndo
  • Cine y TV
  • Narr@ndo
  • Entrevist@ndo
  • Comunic@ndo
  • Opin@ndo

Etiquetas

2017 Alicante altea animales arte Benidorm cine comunicación Comunicando creatividad critica cultura deporte educación Elche entrevista Erasmus España estudiantes estudios Fiesta Fútbol gaming jóvenes Moda mujer musica niños Novela online opinión periodismo política Publicidad redes sociales reportaje salud serie series sociedad tecnología ua universidad Universidad de Alicante Videojuegos
Con el apoyo del Proyecto de Investigación «Audiencias activas y periodismo. Interactividad, integración en la web y buscabilidad de la información periodística», financiado por el Plan Nacional de I+D+i del Ministerio de Economía y Competitividad del Gobierno de España (CSO2012-39518-C04-02).
© Copyright2023 Comunic@ndo UA | Diseño
Ministerio de EconomíaMinisterio de Economía

Copyright © 2023 · Genesis Sample Theme en Genesis Framework · WordPress · Log in